
Dejando los meritos tecnicos de lado, resulta dificil de creer el extremo al cual puede llegar la cultura del desperdicio. Es imposible que la conveniencia de este producto justifique todo el proceso de manufactura y la cantidad de materiales necesarios para producir una simple taza de cafe caliente.
Y por la forma en la que esta construido el recipiente (pueden ver aqui un desembalaje gradual del recipiente), no se me ocurre una forma razonable en que pueda ser reciclado.
Y no solo es el recipiente, para añadir insulto al daño provocado, basta investigar un poco acerca del proceso de produccion del material reactivo que hacen llamar Quicklime.
El quicklime, es fabricado a partir de piedra caliza, la cual esta compuesta en su mayoria por carbonato de calcio (CaCO3), la cual es oxidada empleando enormes cantidades de gas combustible hasta convertir el mineral en oxido de calcio (CaO).
Para llevar a cabo esta conversión, la caliza debe ser calentada hasta temperaturas superiores a los 1000 ºC (aproximadamente la misma temperatura necesaria para vitrificar la arcilla). Esto provoca el almacenamiento enorme cantidad de energia en el oxido de calcio (CaO), pero solo una pequeña parte es liberada al calentar el liquido, el resto termina en el recipiente que se va a la basura.
Una vez que se ha mezclado con el agua se convierte en Hidroxido de calcio (CaOH), el cual recordaran de sus clases de quimica elemental, es un compuesto altamente alcalino.
No resultara agradable para alguien que entre en contacto con una "lata" cuyo sello haya sido roto, o si el residuo entra en contacto con algun acido de los tantos que podemos encontrar el los residuos municipales.
Esperemos que las asociaciones de proteccion al ambiente y al consumidor de Estados Unidos se den cuenta pronto del desastre enlatado que esta compañia vende, a cambio de una insignificante conveniencia.
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